Citi fue y sigue siendo una de las instituciones financieras más importantes del sistema financiero mundial. Vale la pena revisar algunos aspectos de esta institución, después de haber sobrevivido a una crisis sin precedente, mucho más severa que la gran depresión, hace casi 80 años.

Después de la debacle, Citi separó las operaciones del banco en dos partes; Citicorp, en donde ubicaron los activos que permiten enfocarse en la gestión de sus negocios principales y estratégicos y Citiholdings, para los activos no estratégicos, que no mejoran suficientemente las capacidades del negocio principal.

Esto ha permitido a Citi ir vendiendo activos, achicando su balance, levantando capital y lentamente redirigir la operación al modelo de banca tradicional que siempre los había distinguido.

Para el año 2010, Citi reportó su primer año completo, después de la crisis, de utilidad neta positiva de USD$10.6 mil millones. Con esto, el ROE (Retorno sobre patrimonio) se ubicó en 6.7%. Un avance significativo, ya que después de más de 140 mil millones de dólares en asientos contables negativos durante toda la crisis el banco ha vuelto a ser rentable y ha emergido con estados financieros más sólidos además de un modelo de negocio más conservador y tradicional.

Ahora Citi se encuentra capitalizado de una mejor manera de lo que ha estado en las últimas décadas. El “Tier 1 Common Ratio”, o razón de adecuación de capital, se encuentra en 10.7% comparado con un 7% promedio antes de la crisis, ubicándolo en el rango de los más altos entre bancos de similar tamaño.

Su valor tangible en libros es de $4.46USD por acción y su nivel de liquidez se ubica en un 12% del total de los activos cuando antes solía estar alrededor de 4%. Un evento importante fue la venta de las acciones que tenía el Gobierno, generándole alrededor de $12 mil millones en utilidades.

Ahora lo que viene es un exceso de regulación para que no se vuelvan a salir de control las grandes entidades bancarias. Aunque puedan impactar un poco sus ganancias futuras lo que harán primordialmente es crear un sistema mucho más seguro y a la larga beneficiarán estas mismas entidades.

La situación con Citi y los grandes bancos en general se asemeja a lo que pasó con los países emergentes tipo Rusia y Brasil que luego de sufrir las consecuencias de manejos imprudentes hoy en día son muy conservadores. Citi como crédito se ve bien y a medida que el gerente Vikram Pandit siga mostrando resultados, los inversionistas volverán a creer paulatinamente y esto se verá reflejado en el precio de sus acciones.

El autor es asesor financiero, Geneva Asset Management